Todos
han visto alguna vez en su vida un
partido de baloncesto, han presenciado victorias, derrotas, buenos y malos
juegos. Unos son aficionados a la NBA, otros se toman un tiempo para seguir las
novedades del basket ecuatoriano mediante las redes sociales de la Federación.
Sin
embargo antes y después de cada partido hay un mundo único de experiencias que
solo lo conocen quienes han participado en un torneo: jugadores, entrenadores y
padres de familia.
Entrenador
Para
quienes han boteado el balón sobre la cancha saben que las cosas no inician ni
terminan en un partido. Formar parte de la familia del basquetball es una tarea
gratificante, como lo afirma Víctor Gónzalez, entrenador de San Pedro de Taboada
“lo más gratificante de trabajar con las niñas del Sub 13 es ver en ellas ese
deseo de viajar, compartir, conocer ciudades y convivir con sus compañeras”
(más en el audio)
El
coordinador del certamen, Otilio Valencia destaca uno de los objetivos del
torneo, que sirve también para “observar jugadores y jugadoras para el
Sudamericano Sub 14 que se jugará en el 2017”. (Escuchar todo el audio)
Valencia
comenta que los chicos y chicas evolucionan mucho con el Sub 13 “En el
Minibasket jugaban con el balón pequeño, ahora lo hacen con otro más grande, lo
que les ayuda a madurar en esta disciplina deportiva” resalta Otilio.
Madre de familia
Para
una madre de familia es un orgullo estar junto a su hija deportista. Por ejemplo
Jazmín Ávila, madre de Doménica Zamora se declara fanática de su hija. “mi
motivación principal de acompañarla a los viajes que mi hija sienta mi apoyo
incondicional desde las gradas” (Más en el audio)
Por eso para la Federación Ecuatoriana de Baloncesto es un gusto organizar Torneos como el Sub 13, que ayudan a los chicos y chicas a vivir experiencias inolvidables.
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